Caminando por la selva, o al menos en una metáfora perdiéndome en la
misma tratando de no regresar a la que era mi morada fue que la
descubrí, muchas historias me habían comentado sobre ella, yo no las
creía del todo y siempre me llamó la atención descubrir si eran solo
un mito o encontrar la verdad en esas palabras y por fin la encontré.
No sé si fue casualidad, no puedo decir que fuera mi destino pero
hasta ahora tampoco me parece que así lo hubiera decidido ella,
simplemente se presento. Como un espejismo como un ángel que
irradia su cercanía a lo divino fue que en principio me deslumbró,
pero yo confiado en mi inteligencia fue que quise acercarme sin temor
a lo que desconocía para poder quitarme las dudas de su naturaleza y
me acerqué a ella.
Ella no se alejó, por el contrario se acerco a mí, y me fue
deslumbrando cada vez más con su belleza y conocimiento, me permitió
seguirla, caminé junto a ella por la selva y gratamente descubrí que
los mitos eran eso, mitos. No podía más que dejarme guiar por el
impulso de conocerla aun más, y me hechizó.
Tan fuerte fue su magia que no sólo la seguía durante los días sino
que también la acompañaba en mis sueños, donde incluso llegábamos
más allá de la selva, con sus poderes podíamos volar a mundos
distantes, volábamos por encima del mar y de las nubes, y un día me
permitió acercarme a su boca.
Para entonces yo ya había renunciado a regresar a casa, ya no quería otra cosa que
no fuera estar con ella, huir de todo y de todos, no había nada que me
impidiera seguir a su lado, salvo ella.
Poco a poco sin darme cuenta desaparecía de mi lado y la buscaba sin
cesar, cuando me cansaba ella aparecía nuevamente con su mirada de
embrujo, y la evite en más de una ocasión hasta que Ixtab dijo mi nombre.
Fue entonces que corrí tras ella y ella se acerco a mí, pensé que mis
sueños estaban más cerca y entonces me equivoqué. En un arrebato de ira por estar tan lejos de lo que había sido mi hogar cambié de camino y la perdí... Desapareció tal vez para siempre y
ahora no me queda más que el recuerdo de su presencia, y ahora al ir buscando salir
de esta selva intento encontrar un lugar ahora muy lejano de donde
vivía para hacer una casa nueva, pero además de perder mi rumbo
también perdí mi cordura y no puedo más que añorarla sin que me
importe otra cosa, sin que me importe donde y cuando terminará este
camino por el cual voy andando.
¿Donde estas Ixtab?
misma tratando de no regresar a la que era mi morada fue que la
descubrí, muchas historias me habían comentado sobre ella, yo no las
creía del todo y siempre me llamó la atención descubrir si eran solo
un mito o encontrar la verdad en esas palabras y por fin la encontré.
No sé si fue casualidad, no puedo decir que fuera mi destino pero
hasta ahora tampoco me parece que así lo hubiera decidido ella,
simplemente se presento. Como un espejismo como un ángel que
irradia su cercanía a lo divino fue que en principio me deslumbró,
pero yo confiado en mi inteligencia fue que quise acercarme sin temor
a lo que desconocía para poder quitarme las dudas de su naturaleza y
me acerqué a ella.
Ella no se alejó, por el contrario se acerco a mí, y me fue
deslumbrando cada vez más con su belleza y conocimiento, me permitió
seguirla, caminé junto a ella por la selva y gratamente descubrí que
los mitos eran eso, mitos. No podía más que dejarme guiar por el
impulso de conocerla aun más, y me hechizó.
Tan fuerte fue su magia que no sólo la seguía durante los días sino
que también la acompañaba en mis sueños, donde incluso llegábamos
más allá de la selva, con sus poderes podíamos volar a mundos
distantes, volábamos por encima del mar y de las nubes, y un día me
permitió acercarme a su boca.
Para entonces yo ya había renunciado a regresar a casa, ya no quería otra cosa que
no fuera estar con ella, huir de todo y de todos, no había nada que me
impidiera seguir a su lado, salvo ella.
Poco a poco sin darme cuenta desaparecía de mi lado y la buscaba sin
cesar, cuando me cansaba ella aparecía nuevamente con su mirada de
embrujo, y la evite en más de una ocasión hasta que Ixtab dijo mi nombre.
Fue entonces que corrí tras ella y ella se acerco a mí, pensé que mis
sueños estaban más cerca y entonces me equivoqué. En un arrebato de ira por estar tan lejos de lo que había sido mi hogar cambié de camino y la perdí... Desapareció tal vez para siempre y
ahora no me queda más que el recuerdo de su presencia, y ahora al ir buscando salir
de esta selva intento encontrar un lugar ahora muy lejano de donde
vivía para hacer una casa nueva, pero además de perder mi rumbo
también perdí mi cordura y no puedo más que añorarla sin que me
importe otra cosa, sin que me importe donde y cuando terminará este
camino por el cual voy andando.
¿Donde estas Ixtab?
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